Autoclub n° 252 Mundo ACA

Encuesta del Departamento de Educación Vial: “Las Distracciones al Volante”

La conducción de un vehículo, aun cuando en la mayoría de los casos se constituya en una acción prácticamente automática compuesta de maniobras que se realizan infinidad de veces, en realidad se trata de una tarea compleja. Requiere de casi todos nuestros sentidos en forma permanente para poder identificar y organizar la información que nos brinda el tránsito, y así poder tomar las decisiones adecuadas en el momento justo.

La atención es una cualidad de la percepción, mediante la cual se seleccionan los estímulos más relevantes para percibirlos de la mejor manera, de acuerdo a factores externos, procedentes del ámbito exterior, así como internos, es decir los propios del individuo.

Sólo la capacidad de la atención le permite al conductor seleccionar entre los múltiples estímulos a aquellos le que resultan indispensables y útiles en la conducción.

Por otro lado, las distracciones mientras se conduce, constituyen una de las principales causas de la siniestralidad vial.

Hemos realizado una encuesta a fin de determinar cuáles son las costumbres de algunos conductores en cuanto al uso del celular, el GPS o sistemas de localización y otras acciones mientras se maneja.

En ese sentido, se encuestaron a 681 socios a quienes sólo se les solicitó que informaran su edad y sexo y la respuesta a cuatro preguntas simples referidas a la frecuencia de atención de llamadas telefónicas, la recepción y envío de mensajes, el modo de uso del GPS o sistemas de localización y la ingesta de comidas y bebidas mientras se conduce.

Del total de encuestados el 63 % resultaron varones, mientras que el 37% mujeres.

Cabe destacar que, si bien la proporción de varones es bastante más marcada que la de mujeres, a la hora de responder sobre los temas consultados, las diferencia se manifestaron principalmente con respecto a la edad de los encuestados y no al sexo de los mismos.

En cuanto a las edades de las personas intervinientes el mayor porcentaje, el 47%, se dio en personas de entre 51 y 70 años. En ese sentido hicimos la comparativa entre los más jóvenes, es decir el grupo de 18 a 30 años de edad, y el grupo más numeroso de la encuesta, tal como mencionáramos, el de 51 a 70 años.

Atención o realización de llamadas por el celular

Ante la pregunta sobre la atención o realización de llamadas por el celular, el grupo de los más jóvenes respondió en alrededor de un 60 %  que admite recibir o realizar llamadas siempre, frecuentemente o rara vez, y en un 40 % que nunca lo realiza. Por otra parte, los encuestados de mayor edad determinaron en un 70% que nunca  realiza esas acciones, y que rara vez lo realizan en un 21 % de las ocasiones.

Envío o lectura de mensajes o Whatsapps

El grupo de 18 a 30 años determinó  en un 56% que nunca envía o recibe mensajes o whatsapps mientras conduce, y un 26 % admite que lo hace rara vez.  Entre los conductores mayores el porcentaje correpondiente a que nunca envía mensajes es mucho  más alto, ya que llega al 81 %. Cabe aclarar que los pocentajes correspondientes a hacerlo siempre o frecuentemente son muy reducidos en ambos grupos.

Uso de GPS o sistemas similares

A diferencia de los otros temas consultados, las respuestas resultaron menos polarizadas entre los diferentes grupos etarios. Los más jóvenes determinaron el mayor porcentaje, es decir el 45% dice usar el GPS en modo visual, seguido no muy lejos por el uso en modo sonoro y sólo un 15% determinó que no lo usa.  Entre los mayores de 50 años, los porcentajes tanto en el uso sonoro como en el no uso fueron parejos: 38% y 37 % respectivamente, quedando relegado a sólo en 25% el uso en modo visual.

Ingesta de comidas  y bebidas mientras se conduce

En el grupo de los más jóvenes, más de la mitad – el 53% – determinó que lo hace rara vez o frecuentemente, mientras que el grupo de personas de entre 51 y 70 años estableció en un 65% que nunca come o bebe mientras conduce y que en un 30% lo hace rara vez.

Conclusiones

De acuerdo a la respuesta de los encuestados no existiría un uso marcado del celular, el GPS u otro tipo de distracciones como la ingesta de comidas y bebidas, especialmente entre los grupos de mayor edad, ya que entre el 70 y 80%  de las respuestas dice no realizar ese tipo de acciones. Por otra parte, el grupo de los mayores, supuesta y lógicamente por regla general, no tendrían una inclinación tan marcada por el uso de la tecnología. En este último sentido más de la tercera parte de ellos – el 37%-  determinó que no usa sistemas de localización para la conducción.

Por el contrario, los más jóvenes admiten, aun variando en su frecuencia, que utiliza más el celular tanto en llamadas como en el envío o recepción de mensajes. También reconocen en 85 % de las veces que utilizan el GPS o sistemas de localización, siendo el modo visual el porcentaje más alto.

Los más jóvenes dicen tener más predisposición a comer y beber – aun cuando no sea tan frecuentemente- que los conductores mayores.

Podríamos entonces determinar que el uso de tecnología, que trae aparejadas más distracciones, así como otras acciones mientras se conduce, es más frecuente entre los grupos etarios más jóvenes que entre los mayores de edad.

También podemos afirmar que, para evitar una mayor posibilidad de situaciones de riesgo, producto de las distracciones, la alternativa del accionamiento de aparatos mediante el uso de la voz y el diseño de controles que permitan la menor desviación posible de la vista o las manos del volante, son algunas alternativas a considerar con más fuerza dentro del tema de seguridad activa del vehículo.

Por otra parte, también es interesante tener en cuenta que la distracción puede servir como estrategia para reducir la tensión o síntomas de rutina en la conducción –escuchar música, la radio o entablar una conversación- pero ésta no debe convertirse en una competidora que atrape nuestra atención y por ende disminuya nuestra seguridad.