Desde 1904 el Automóvil Club Argentino ha estado presente en el crecimiento del país a través de los innumerables servicios que ha brindado, hoy mirando el pasado desde la perspectiva del presente, podemos mostrar con orgullo todo lo que se ha construido, soporte esencial para proyectar el futuro.
Es importante recordar una vez más, porque así lo impone el reconocimiento histórico, la iniciativa del grupo fundador liderado por el primer presidente del Club, Dalmiro Varela Castex, quienes fascinados por la aparición del automóvil, apostaron a la creación de una organización que nucleara a los amantes de “los nuevos fierros”.
Posiblemente no imaginaron el crecimiento que iba a adquirir el ACA, cuando los argentinos comenzaron, más masivamente, a acceder al auto y todo lo que ese avance iba a generar: la construcción de las estaciones, el consecuente desarrollo de rutas y caminos, el nacimiento del turismo. Esa revolución de las primeras décadas del siglo XX iba a determinar la posición del ACA como jugador indispensable en dar nuevas respuestas a los nuevos requerimientos.
En ese contexto se destaca el acuerdo ACA-YPF realizado en 1936 donde se consolidó un proyecto constructivo de estaciones, rutas y disponibilidad de combustibles en todos los puntos del país, en especial en los más alejados. Ese acuerdo con las adecuaciones de los nuevos tiempos continúa en la actualidad.
Es un clásico en la memoria colectiva de la sociedad, vincular al ACA con el auxilio mecánico, es un concepto noble porque nos enaltece en la predisposición de dar servicio, porque el socio sabe que el club está todos los días, todo el año a su disposición y en el momento que se lo necesite.
Todos eso valores hacen sólido al ACA, los que conceptualmente aquí se expusieron y por los muchos otros que están, como la disposición de nuestros empleados y funcionarios, que la gente conoce y son las columnas que sostienen estos 118 años de crecimiento.