La recientemente fallecida Reina de Inglaterra era una conductora avezada y solamente conducía autos fabricados en Gran Bretaña. La particularidad: que era la única persona que no usaba registro, las razones de esta excepción y otras anécdotas.
En una curiosa nota publicada por el periodista Martí Figueres en La Vanguardia de Barcelona, donde revela la pasión por la conducción de la recientemente fallecida reina Isabel II de Inglaterra, además de otras anécdotas vinculadas al mundo del automóvil que hoy se conocen:
La Segunda Guerra Mundial. Isabel II aprendió a conducir a los 19 años, en plena Segunda Guerra Mundial, fue alistada en el Servicio Auxiliar de Mujeres con apoyo a los soldados británicos y su labor fue la conducción de ambulancias, con conocimientos de mecánica y posteriormente ascendida a Comandante Junior Honoraria.
Sin Licencia de Conducción. Tuvo su excepción a diferencias del resto de los súbditos, nunca realizó un examen de conducción y por supuesto nunca tuvo una licencia de conducción. Esto ocurre por existe una prerrogativa en la ley británica que excluye al soberano de las regulaciones que emanan del reglamento de circulación. El detalle es que todos los permisos que se emiten lo hacen en su nombre.
Exclusivamente en autos británicos. Solamente conducía vehículos fabricados en Gran Bretaña y se la vio en varias ocasiones haciéndolo en Rolls-Royce, Bentley, Jaguar y Land Rover. Se imponía la obligación de que los automóviles de la flota de la Casa Real, estuviera integrado exclusivamente por unidades de marcas británicas.
Al volante hasta pasados los 90 años. Ya con 92 años renunció a conducir por las carreteras. La decisión la tomó luego de que su marido, el Duque de Edimburgo, que entonces tenía 97 años, hubiera provocado un accidente cuando conducía cerca de Sandringham. chocó contra un coche en el que viajaban dos mujeres y un bebé, felizmente sin consecuencias, el consorte de Isabel II decidió dar un paso al costado y no volver a conducir.
El cinturón de seguridad. En varias oportunidades se vio a la reina conducir sin cinturón de seguridad, cuando es una medida obligatoria. Según explicó el jefe de seguridad de la Casa Real, Isabel II solamente no lo usaba cuando se desplazaba en medio de grandes concentraciones de personas, para poder retirarla rápidamente en caso de emergencia.
Nuestro agradecimiento al periodista Martí Figueres
