Corría el año 1940, plena Segunda Guerra Mundial cuando desembarcó en España, un inmenso obsequio móvil proveniente de Alemania, el gigantesco Mercedes 540 G4.
Desarrollado por la automotriz alemana, este vehículo de gran porte, seis ruedas y todo terreno fue pensado para trasladar oficiales de alto rango, dada su fortaleza para atravesar cualquier obstáculo en su desplazamiento. Su peso de 3,7 toneladas y casi seis metros de largo, espacioso en su interior permitía la máxima comodidad y posición, ya que la versatilidad de sus asientos lo convertían en puntos de observación para las batallas o elevación de las figuras en los desfiles.
Adolf Hitler en el Mercedes
El vehículo desembarcó en Barcelona, proveniente de Alemania, se lo trasladó a Madrid para que le fuera entregado a Francisco Franco el día de su cumpleaños por el embajador alemán. Cuenta el periodista e investigador Alberto de la Torre, que al Generalísimo nunca le gustó el obsequio, que quedó abandonado en el palacio El Pardo, presumiblemente porque Hitler lo había hecho con el objeto de destacar la tecnología alemana frente a la española.
Posteriormente, como se interpretaba que era un obsequio personal, la familia pensaba vendérselo a la compañía Mercedes Benz para su museo de Stuttgart, al plantearse serias dudas sobre su real poseedor frente al estado español, la familia terminó renunciando a sus derechos sobre el 540 G4.
Pasó entonces a manos de la familia real y luego a Patrimonio Nacional quien se ocupó de la revisión y restauración a través de la compañía Mercedes Benz, allí se pudo determinar que apenas había circulado y que además era la unidad mejor conservada de los pocos vehículos que se fabricaron de esta línea, cuenta Alberto de la Torre.
Se estima que la fábrica construyó 57 unidades, treinta de ellas con la mejor motorización, con el final de la guerra y la situación de Alemania se fue perdiendo su rastro y quedan solamente tres de ellas, una en el Museo de la Automoción y la Tecnología de Sinsheim, otra en Hollywood donde la industria del cine la ha utilizado en varias producciones y la tercera la unidad en España, objeto de la presente nota.
Cuando salían de fábrica estos vehículos se encontraban pintados de color gris, el mismo con que se lo retrató a Hitler en sus paseos triunfales cuando anexó Austria y Checoeslovaquia, una panorámica menor de la inmensa tragedia de la guerra que sufrió la humanidad.
Technik Museum Sinsheim Germany