Autoclub nº 242 Destinos

Planetario Galileo Galilei

Desde su inauguración, el 20 de diciembre de 1966, es un espacio de divulgación científica que estimula el conocimiento y la imaginación de numerosas generaciones, para que chicos y grandes descubran los secretos del cosmos.


Concebido por el arquitecto Enrique Jan, el edificio del Planetario Galileo Galilei de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se recorta sobre los bosques de Palermo como una imagen salida de una revista de ciencia ficción. Con un diseño singular, puente entre el universo científico y los ciudadanos, es hoy un ícono arquitectónico de la vida porteña.

Con más de 50 años de historia, fue un obra que tuvo que esperar más de 40 años para concretarse, a pesar de los numerosos pedidos a princi-pios del siglo XX para que la ciudad tuviera un planetario como el de Jena, Alemania, el primero del mundo, inaugurado en 1923.

Su nombre fue sugerencia de la Sociedad Italiana, y fue muy bien recibido por parte de los impulsores de su edificación, la Sociedad Científica Argentina, la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias, la Sociedad de Estudios Geográficos y la Asociación Amigos de la Astronomía. Si bien las iniciati-vas comenzaron a resonar a fines de la década del 20, hubo que esperar hasta el 20 de diciembre de 1966 para su inauguración.

Arquitectura

Centro de numerosos eventos científicos, culturales y festivos, el edificio plantea una dialéctica entre la astronomía y la arquitectura. Según su creador, el arquitecto Jan, el Planetario está basado en una superficie plana: “Este edificio es uno de los pocos en el mundo proyectado y construido partiendo del módulo del triángulo equilátero”. Una propuesta etérea y moderna para su época, lo que produjo el rechazo de muchas figuras de ese momento.

El edificio consta en total de cinco pisos, seis escaleras (una helicoidal) y una sala circular de 20 metros de diámetro. Su cúpula exterior, semiesférica, de 20 metros de diámetro, está recubierta por 960 paneles individuales prefabricados. En el centro está ubicado el auténtico planetario, que hasta 2011 constaba de un instrumento Zeiss Mark V1 de 5 metros de altura y 2,5 toneladas de peso que conformaba el sistema de proyección.

En 2011 se hicieron importantes mejoras. Entre otras muchas cosas, se instaló un proyector Megastar II A, que permite proyectar estrellas de hasta una 11° magnitud, lo que serían aproximadamente un millón de estrellas más que los planetarios convencionales. Además, muestra más de 140 cúmulos, nebulosas, y la Vía Láctea puede apreciarse con un realismo nunca antes logrado. El proyector es el primero en el mundo en adoptar lámparas led. Los espectáculos ahora brindan imágenes de alta resolución y cuentan con Digital Sky II, que es un sistema de video fulldome de avanzada que cubre la cúpula completa y permite apreciar un impactante espectáculo visual.

Edificio accesible

Con las diversas reformas de 2017, el Planetario logró dar lugar a un conjunto de propuestas inclusivas; algunas de ellas ya se implementan y otras están en desarrollo. El objetivo fue eliminar todas las barreras (arquitectónicas, técnicas, culturales, sociales y económicas) que antes limitaban el acceso al edificio y de este modo llegar a los diferentes públicos para que disfruten de las actividades de divulgación, optimi-zando las oportunidades de aprendizaje.

Así, por ejemplo, el Domo o Sala de Espectáculos cuenta con una zona reservada, señalizada y adaptada para usuarios en silla de ruedas, sin pendientes y próxima a la salida de emergencia. Posee en aro magnético donado por la Mutualidad Argentina de Hipoacúsicos para usuarios de audífonos e implante coclear. También el Museo tiene instalaciones con los parámetros necesarios para el libre desenvolvimiento de aquellos usuarios en silla de ruedas.

La configuración de espectáculos con relato en vivo o grabado en formato integrador, con soporte audiovisual y un planetario táctil para cada asistente, permite que personas ciegas y con baja visión disfruten de las propuestas de contenidos. Durante cada presentación, los participantes recorren el cielo de la ciudad de Buenos Aires, identificando estrellas, constelaciones y accediendo a distintas nociones astronómicas.

Además, trabaja desde hace mucho tiempo con la comunidad sorda en
la adaptación de espectáculos para diferentes edades y en la adaptación lingüística de conceptos astronómicos para ser transmitidos en lengua de señas argentinas.

El Planetario, desde su primera función en 1967 hasta hoy, ha permitido que millones de personas “realizaran” miles y miles de viajes a las estrellas. Un espacio único de la ciudad que desde sus comienzos estuvo siempre a la vanguardia, por su concepto arquitectónico y su constante divulgación científica accesible a todos.

Fotos: Gza. Planetario Galileo Galilei

más información sobre horarios, actividades especiales, recorridos gratuitos o pagos, ingresar en www.planetario.buenosaires.gob.ar o llamar al 011.4771.6629.